jueves, 6 de diciembre de 2007

Una entrevista con el Gran Rulos


Nombre: Jaime Ricardo Quicaño Teñorio
Edad: 24 años
Apodo: Rulos


Modalidad: Vert
Lado: Goofy
Sponsors: DC, Quicksilver, Arnette y Premium


-¿A que edad comenzaste con el skateboarding?
Con el skate empecé hace…seis años, bueno este año cumplo siete ya. Y empecé a la edad de 17 años

-¿Siempre hiciste vert?
Si siempre, desde que empecé en la calera, en una rampa que era la única que había en Lima y no había otro lugar.

-¿En cuantos campeonatos has participado?
Durante toda mi trayectoria...aquí en Lima...eh muchos. Y en Brasil, en Ecuador también y ahora se viene Chile.

-¿Los campeonatos de Brasil y Ecuador que has ido, que puestos has ocupado?
En Brasil decimoctavo en un campeonato nacional... Este circuito brasilero de vert que comprende la rampa más ancha que es de unos 20 metros de ancho por cuatro y medio de alto que acá no existe en Perú y fue difícil no acoplarme a esa rampa no

-¿Hay buen nivel allá en brasil, no?
Demasiado, demasiado nivel para, ponte chicos de la edad de 15 o 14 años… mucho nivel.

-¿Qué opinas del skateboarding peruano? ¿Crees q hay jóvenes con buen futuro?
Ahorita están empezando si hay niños con potencial que aprenden muy rápido e imitan nuestras maniobras y espero que tengan futuro.

-¿Tu a quienes consideras como los mejores skaters peruanos?
Hay varios con los que yo empecé hubo… bueno… este, Ronald Gonzáles yo cuando empecé admiraba a ellos a Alberto Montes, al “Naranjo”, al “Chuyo” son uno son los grandes skater que iniciaron todo en Lima, en Perú.

-¿Qué se siente ser un ejemplo para los niños que comienzan en este deporte?
Increíble, sentirse, osea, como que una estrella de rock. Todos viene hacia tí y quieren ser como tu, claro.

-Sabemos que con tu hermano y unos amigos han abierto una escuelita de skate para niños, ¿Cómo les va en este asunto?
Eh va todo bien porque hay cada vez mas niños y, este, en verano sobre toso se llena y quieren aprender bastante.

-¿Qué edades hay?
Desde cuatro años alucina. Cuatro años y hasta más, por mi amigo que se fue a Estados Unidos tenía 33 años y no sabia nada de skate y le enseñamos acá alucina.

-¿Cuánto tiempo van en este negocio?
Un año ya.

-¿Has visto entre tus alumnos, entre los pequeños alguno que tenga buen futuro?
Hay uno que es este el hijo de Pedro Suárez que la rompe, tiene 8 años y en un año de skate ya vuela bastante.

-¿Qué? ¿También canta?
No, no creo jaja le gusta mas el skate, es más, hasta el hijo de Mickey Gonzáles que ahorita viene, alucina que a veces… este deja de comer para ir a montar skate.

-¿Que te motivo a ti para abrir esta escuelita?
Es que miraba mucho muchos niños que se caían mucho y no sabían las maniobras y, para guiarlos, y los va ayudar bastante.

-¿Cuál es tu metodología de enseñanza?
Primero un balanceo en la U que es el equilibrio perfecto para dominar eh… el piso mas rápido.

-¿En lo personal que tal te va en este deporte?
Muy bien, tengo el apoyo de muchas marcas y ahora, este… eh…ójala que vengan más marcas para que el skateboarding peruano sigan creciendo.

-Y, ¿Hasta el momento las marcas que te auspician están bien?
Si todo bien hay DC, Quicksilver, Arnette, Premium, una marca de tablas canadienses que nos apoya también.

-¿Has tenido una lesión últimamente?
Si ahorita llevo dos semanas con la rodilla, con los nudillos que me los lastime en un indi tacknie porque estaba entrenando y bueno, ¿es parte del trabajo no?

-¿Qué planes tienes para el futuro?
Um… bueno aparte de la escuela, tener este un skatepark privado que sea de madera y un skateshop.

-Y en el tema del campeonato que se viene de Chile, ¿Cómo piensas hacer con tu lesión?
Eso estoy viendo ahorita, estoy que me curo psicológicamente y físicamente…eh, este… el tiempo, el doctor me dijo que tenía que reposar tres semanas y ya voy dos. Espero que en la semana que viene me recupere y poder montar.

-En el caso de que te recuperes bien, este… ¿Qué expectativas tienes?
Eh…dar todo por mi país como siempre lo he hecho… eh Chile es un poco menos difícil ¿no? No es como Brasil, que todos los brasileños llegan a competir mundiales en Europa y Estados Unidos.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Nacimos para el cemento

Nada puede detener a los skaters de las calles. Pasan, con una rapidez y destreza impresionante, por barandas y saltan escaleras inmensas, las cuales parece imposible poder obviarlas. Ni los golpes, ni dolor, ni la ley pueden controlarlos en su afán de dominar las calles de las ciudades. Lima parece ver surgir, de sus propias veredas de cemento, jóvenes dispuestos a retar la difícil arquitectura de las calles limeñas, con el único afán de sobresalir en el skateboarding peruano.



El street-skateboarding, históricamente hablando, existe desde el mismo inicio de este deporte. Así pues, era común, en los años 60, ver a surfers dirigiéndose a las playas montados en sus patinetas, o recreando las escasas olas de ciertas temporadas con la infraestructura de las calles de sus ciudades. Sin embargo, el skateboarding de calle, como lo conocemos en la actualidad, no llegó sino hasta principios de los ’80. El skateboarding callejero no fue muy bien visto al inicio del deporte mismo. El street-skateboarding surgió nuevamente a principios de los ’80 eclipsando así a la modalidad que se había puesto de moda junto al Vertical: el Freestyle. Sin embrago, el vertical seguía siendo la modalidad del skateboarding más difundida. El street se consideraba un capricho, y era, todavía, hasta por el tipo de trucos que se realizaban, muy apegado al vert y al freestyle. Recién con la llegada del ollie-street, que consistía en saltar despegando el skate del piso manteniéndolo siempre bajo los pies, fue que se dio paso a la nueva imagen del street. Esta, obtuvo aporte de muchos videos de skate de esos años, en los que ya se veían skaters deslizándose por pequeñas barandillas, dando saltos a gradas en ollie, y realizando maniobras que nacieron con el Freestyle como el kickflip.



Con el pasar de los años, el skateboarding evolucionó, creando, por ejemplo, diferentes materiales para cada una de las modalidades. El street buscó cambiar la forma, el grosor, el tamaño y el material de las tablas, trucos y llantas. Del mismo modo, evolucionó en cuanto a su desenvolvimiento como deporte. Diferentes marcas de ropa y de skateboards se volvieron famosas y comenzaron a auspiciar a las figuras resaltantes de este deporte, convirtiéndolo así en un deporte el cual hacía posible el sustento de los profesionales, como una suerte de trabajo.

El skateboarding en Perú existió casi apenas ocurrió el surgimiento del mismo. Existían personas que practicaban este deporte y que estaban interesadas en él, pero era un grupo muy pequeño que debía gastar mucho dinero para conseguir los materiales necesarios para practicarlo. De este modo, antes que aparecieran las primeras rampas, se comenzó practicando en las calles a modo de street-skateboarding. Así pues, hasta la actualidad, el street-skatebording es la modalidad más frecuente en Lima y el Perú entero.


La Lima street

Se siente en el aire limeño que algo nuevo esta surgiendo. Así es, el street-skatebaording está abriéndose camino entre las multitudes de Lima y del Perú en general. Una nueva generación de skaters está naciendo y está tomando las calles, construyendo skateparks, reclamando su derecho de montar skate. Hoy en día, a diferencia de algunos años atrás, se puede ver a una gran población skater en las calles de los distritos de Lima como en algunas provincias. El nivel del skateboarding en el Perú ha incrementado notoriamente en estos últimos años y sigue haciéndolo a una velocidad impresionante. Así pues, podemos ver a personajes que ya participan en campeonatos sudamericanos y que aparecen en portadas de revistas internacionales. Un claro ejemplo es Danny Falla, más conocido como "Legaña", quién es considerado, por los skaters peruanos y por skaters de otros países del mundo, un verdadero profesional. No podemos olvidar tampoco a una de nuestras leyendas del skate peruano, "Naranjo". Alberto Montes (Naranjo) logró participar en un X-Game, competición donde solo participan skaters de alto nivel. Tal vez, siguiendo los pasos de Naranjo, el ya muy conocido "Rulos", está ocupando puestos considerables en campeonatos sudamericanos, como en Brasil, donde se tiene un gran nivel, compitiendo hasta con grandes figuras como Sandro Días. De igual manera, para los aficionados del street, podemos ver a grandes talentos como Daniel Suárez (Babas), Guillermo Vascones (Batman), Peter Chlebowski (Pibas) y Freddy Wong, entre otros grandes del skateboarding peruano en el momento. Todas estas figuras conocidas por todos los skaters peruanos han llegado a una posición que empieza a competir a niveles sudamericanos. Pero no nos hemos quedado ahí. El skateboarding sigue creciendo, y se puede comprobar con los jóvenes talentos, por no decir niños, que tratan de igualar a sus héroes del skateboarding peruano.Cada semana aparecen nuevos videos en youtube, donde jóvenes, entre 12 y 19 años, publican videos para mostrar sus habilidades, y en otros casos, para buscar sponsors.Existen jóvenes que, en todos los distritos, deben enfrentarse muchas veces con vigilantes y serenazgos para poder montar skate. Este puede ser un problema natural para los amantes de street, pues buscan siempre, en los marcos de la ciudad, nuevos spots o lugares precisos donde se pueda montar skate. Horas y horas se necesitan para poder grabar un video en la calle, para poder pasar un día montando skate y sacar nuevos trucos. Tal vez, es parte del reto este enfrentamiento con las autoridades, pues un skater siempre busca lo extremo. Existe algo en las calles que llama la atención, algo que te dice que la pruebes. Es el cemento o el asfalto de las calles que quieren establecer una relación con uno. Pero siempre es lo mismo. Se ha llegado al punto de olvidar el fastidio de tener que convencer al serenazgo para que te deje hacer un último truco. Vale la pena ese fastidio con tal de montar en una residencial con escaleras perfectas, o en un centro comercial con barandas espectaculares y muros “nuevecitos”, como los llaman los skaters. Así es la vida del street en Lima, y podemos comprobar que no es tan difícil lidiar con esto como se pinta. Podemos ver que skaters como los del Team 320 han logrado hacer videos espectaculares donde aparecen varios spots limeños. La Lima street, para los skaters, puede ser un gran enemigo peligroso, pero como tal, un gran reto. Al fin y al cabo, el skateboarding, por naturaleza, supone riesgos.


martes, 20 de noviembre de 2007

Recordando con dolor

Desde que me inicié en el skate hasta el momento, siempre he hecho street. Llegué muy temprano con algunos amigos, ellos no montan, pero me iban a tomar fotos. Nunca había visto el skatepark de Miraflores tan vacío. Ya iba casi dos meses sin montar skate, y sentía que necesitaba expresarme, necesitaba sentirme libre haciendo el deporte que más me gusta. Como siempre que voy al skatepark de Miraflores, me paré, miré hacia el mar y cerré los ojos por un momento para respirar ese aire tan especial, ese aire que solo se respira en los skateparks. Muchas personas no notan la diferencia, no logran percibir ese aroma en el aire que tiene una mezcla de sueños, frustración, entrega y pasión, ese aroma que a pesar del dolor y el cansancio, te impulsa a seguir intentándolo. Había pasado viendo videos de skate varias horas la noche anterior, me quedé en mi casa toda la noche y me acosté temprano. Después de dos meses, los cuales dediqué solo a la universidad, estaba preparado para montar de nuevo, y, está ves, me iban a tomar fotos y a filmar, pues quería hacer un video. Le di una vuelta lentamente al park, solo para ponerle cera a los tubos y a las cajas. Mientras terminaba de mentalizarme para comenzar a calentar, se me acercó una de mis amigas y me preguntó si sabía volar saliendo de la poza. Aunque sentía mucha pasión por el street, el vert siempre me llamó la atención, y por eso fue que traté de aprender un poco. Se lanzarme de las rampas, subir y bajarlas en switch, y hasta le meto Rock and Roll. Un día aprendí salir volando de la poza hasta el recibidor; así pues, poco a poco perfeccioné mi técnica mirando a otros skaters y aprendí a salir en melon, ese era mi mejor truco en vert. En fin, si sabía, es más, siempre como parte de mi calentamiento había acostumbrado meterme a la poza y volar, pues me resultaba relajante. Cuando ella me preguntó eso, le dije que sí sabía, pero que yo practicaba street y que, probablemente después le demostraría que sabía algo de vert. Algo en mí surgió, pero traté de ignorarlo. Soy de las personas que no pueden esperarse si son retadas, nunca he tenido miedo para hacer algo en skate, y sobre todo si sé que puedo hacerlo. Me dirigía hacía los tubos, iba a empezar con mi calentamiento. De repente, no soporté más y giré en dirección hacia la poza. No había calentado ni siquiera 10 minutos. Eso suele pasarme, suelo perder el control y por un capricho dejar de lado mi calentamiento. Creo que eso le pasa a la mayoría de skaters. Sin decirle nada a mi amiga y viendo que no había nadie más en el park, me encontré parado preparado para bajarme la poza y salir volando. Volví a respirar ese aire skater, sentí una brisa, de esas típicas del malecón de Miraflores, y sonreí. Siempre, siempre, antes de hacer algún truco suelo sonreír para mi mismo, no sé por que, peor lo hago. En fin, me lancé con mucha fuerza, tomé mucha velocidad, sentí algo raro mientras me preparaba para el impulso de la subida, pero continué. Recuerdo estar preparado para un melon. He sacado mis conclusiones, pero todavía no logro saber, exactamente, lo que falló. Cada vez que recuerdo esto, como en este momento, surgen nuevamente estas imágenes, pues solo imágenes quedan, imágenes horribles. Hubiese sido fabuloso que resbalara y cayera abajo de una sola vez, peor no, subía y seguía subiendo hasta llegar al punto en que mi viaje iba girar en torno a una caída libre. Mientras subía intentaba recuperar el equilibrio, pues lo había perdido y estaba de cabeza. En mi mente solo pensaba en lograr poner mi cuerpo nuevamente como debía ser para caer parado. Llegué hasta los tres metros, a tres metros del piso de concreto se encontraba mi cabeza, pues mi cuerpo estaba más arriba. Comenzó la caída. Todo esto pasó muy rápido tal vez, pero para mí duro lo mismo que demoraría leer esta historia. Pensé en todo, todo aquello en lo que nunca piensas, pensé, realmente, que iba a morir al golpearme la cabeza. Escuche un choque seco y cerré los ojos. De repente me dije a mi mismo: “no, no puede ser, yo no me puedo caer de está manera”. Suelo decir eso cada vez que tengo pesadillas de caídas en skate, y al decir esto, despierto sano y salvo. Ahora era diferente. Abrí los ojos de golpe esperando estar en mi cama. Perdí el conocimiento por segundo, pues el miedo me obligó a recuperar la conciencia, pues sabía que estaba, prácticamente, solo. Es una sensación horrible darse cuenta que no estas en un sueño del cual se pueda despertar y ver que no pasó nada. Me toque la cabeza para ver si me la había abierto, aunque de todas formas no iba a ver la sangre pues veía nublado aún. Mi amiga se acercó asustadísima y me comenzó a hablar. Realmente, no entendí nada. La mayoría de skaters no se caracterizan por llorar, así que hice lo que todos hacen: maldecir. Me irritaba pensar que había fallado, y en algo que ya lo dominaba. Entre grito y grito retome conciencia y me volví a tocar la cabeza para revisarla. Era una perfecta bola de helado lo que tenía en la cabeza. Se de muchos casos donde por golpes así se han visto problemas cerebrales serios y en otros han muerto horas más tarde luego del golpe. No quise ir en ese momento, a pesar de la insistencia de mi amiga, al hospital para revisarme el golpe. Después de un rato decidí ir a ponerme un poco de hielo. No se que nos pasa a los skaters, no entiendo porque no permitimos que nos revisen. Existe algo que no nos deja acercarnos a los doctores, al menos, obviamente, que estemos en un estado sumamente grave. Hasta el día de hoy no he ido al hospital, no creo que tenga algún problema cerebral, pero si surge en algún momento, espero que se pueda arreglar. Cada vez que voy al skatepark de Miraflores vuelvo a sentir ese dolor. No se como explicarles, tal vez los que han tenido alguna caída tan frustrante sepan reconocer la sensación. Siento un escalofrío acompañado por un remezón, las imágenes vuelven a volar por mi cabeza y pienso en las cosas malas que me pudieron haber pasado y por las cuales no estaría escribiendo esto. Doy gracias a que estoy bien y ahora nunca dejo de lado mis calentamientos.
Ellos saben a lo que me refiero